viernes, 14 de septiembre de 2012

¿Reclusión o vacaciones?

La interminable burla de Bargalló

 El escándalo ya pasó. La revuelta producida por las fotos y la mentira del ex obispo amainó su tempestad, aunque la herida quedó marcada en nuestra comunidad.
No obstante, en momentos donde el mismo responsable debería hacerse cargo de sus múltiples errores, la versión cuenta que está en un retiro. En su momento, su reemplazante, el obispo Jorge Cassaretto aseguró: “Ahora, a Fernando le toca un tiempo de retiro, penitencia y oración”. Pero el retiro de Fernando tiene más concesiones de las que pueden imaginarse.
El Monasterio Trapense, consagrado a Nuestra Señora de los Ángeles, en Azul, provincia de Buenos Aires, abrió sus puertas para que Bargalló disfrute de su lujoso aislamiento y no sienta mayor dolor del que le imprime haber sido destituido.
En esta comunidad de monjes contemplativos, donde la exuberancia es protagonista, el ex obispo de la diócesis Merlo-Moreno procura pasar el lapso de tiempo necesario (hasta que se calmen las aguas). Mientras en Buenos Aires aun se espera escuchar de su boca declaraciones (verdaderas) y la iglesia continúa con el dedo acusador apuntando a su sotana, él simplemente deja pasar el tiempo y, entre oración y oración, escogió un apacible, confortable y generoso hospedaje para que nadie pueda molestarlo. Tal como una luna de miel… pero en pecado.
Este obispo removido de su cargo, pero con iguales derechos de vestir los hábitos pastorales pasa actualmente sus días en un paraíso, aislado del insistente cuestionar de la conciencia. Alejado de la ciudad, el cura reflexiona sobre sus pecados.
Nosotros, aquí, en medio del caos religioso y de todo lo que sus imprudencias produjeron, también nos damos espacio para reflexionar... y pensamos:
¡Qué fácil es redimirse de los errores cometidos cuando el castigo se parece más a un spa que a una penitencia!
¿Estaremos errados entonces en nuestra política de estado y deberíamos invertir en jacuzzis para las prisiones y pantallas 3D para las correccionales, así la pena no se nota tanto?
¿Es posible aun que tanto daño a la moral sea premiado con más estadías en lugares soñados?
A veces nos formulamos demasiadas preguntas, y como triste respuesta encontramos el silencio y la mentira. Con toda nuestra honestidad esperamos aun como pueblo devoto y sincero sus declaraciones… o una respuesta… o una sanción… o algo que nos indique que tanta mentira no quedará impune.

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