Los vecinos ya no encuentran con quién
quejarse; la zona parece haber sido abandonada a la suerte y el azar o, peor
aun, a la disposición de los nuevos dueños del barrio.
El asentamiento de las calles 2 de abril y
Rosario está en crecimiento y, hasta el momento, ninguna autoridad parece darse
por enterada. Hasta hace apenas dos meses el predio era un terreno baldío; y el
hecho de que tiene un dueño visible que todos conocen no parece haber frenado
el nuevo emprendimiento que preocupa a los pobladores del lugar.
La zona, un extenso territorio de quintas,
ahora es un paraje que desconcierta a los visitantes, entre el claro paisaje de
verdes, y el desolador y sucio predio que se sobrehabita día a día. Allí,
distintas familias se establecieron de forma ilegal como residentes, en
precarias chozas de cartón y chapa, dejando al barrio con una sensación de
abandono y preocupación tristemente llamativa.
Pero, sin embargo, para este municipio del
oeste del Gran Buenos Aires lo expuesto no es novedad, asimismo pueden
observarse allí distintos predios de similares características, que dan cuenta
de la permisividad y la total ausencia de los controles correspondientes.
Muy a pesar de los vecinos del lugar, que
realizaron incontables denuncias y pedidos ante el municipio de Moreno, el
terreno representa una zona oscura del barrio, que alimenta la inseguridad y
promete ser además el basurero de la zona.
¿La policía y la
intendencia? AUSENTES y sin aviso.
Nadie aun brinda respuestas ante los desesperados
reclamos de un barrio que está en la zona de fuego. Desde ESCOIMPU esperamos sinceramente
que los pedidos de los habitantes del barrio sean escuchados y esta nota sea
leída por las autoridades, antes de que sea demasiado tarde.
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