Crónica del caso de Sandra (puestera de Morón)
Notas atrás, mencionamos en este blog el
manejo que realiza el municipio de Morón de los espacios públicos, con relación
a los puestos de venta. Allí se realiza una sectorización de los “aliados” y
los no aliados, donde cada quien recibe protección o apriete, de acuerdo a su
condición de cercanía.
Luego de la nota publicada en ESCOIMPU, llegó
a nuestra redacción un caso relacionado con el tema, aunque con ciertas
reservas: se nos pidió no revelar el nombre real de su protagonista, por temor
a futuras represalias. Por este motivo, llamaremos a la víctima simplemente
“Sandra”.
Sandra es una joven que desempeñaba su labor
de venta ambulante en las calles de Morón, justo frente a la parada de taxis,
en lado norte. Debido a su condición económica, dependía de esta actividad el
sustento de toda su familia, aunque este detalle no evitó la violenta situación
que debió vivir. A poco de instalar su puesto en este distrito, integrantes de
la red asociada con el municipio comenzó a amenazar y agredir a la joven para
que desaloje el lugar que había ocupado, situación que generó temor y
desconcierto en Sandra. Al carecer de dinero para pagar las coimas exigidas,
fue perseguida por otros vendedores, así como por inspectores del municipio de
Morón y por hasta por la misma policía. Tal hostigamiento fue avanzando en
intensidad, a tal punto que un día, sin razón aparente, Sandra fue llevada
presa y permaneció encerrada durante una semana en la Comisaría de la Mujer. Al salir, como si
fuera poco, fue amenazada y actualmente busca un lugar donde poder trabajar,
para mantener a su familia.
Desde nuestro lugar, aportamos a la difusión
de este caso y quedamos tan atónitos seguramente como usted, que lee el presente
artículo.
Un caso que nos remite a los más efectivos
aprietes de la dictadura. Un accionar altamente repudiable y que nos obliga
observar de cerca los manejos de la intendencia de Morón.
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