martes, 30 de octubre de 2012

La censura que no fue


(de cómo y para qué protestamos)

La edición más reciente del libro “Nunca Más”, que repasa los horrores acaecidos durante la última dictadura militar en Argentina, publicadas en marzo de 2012 por la Editorial Eudeba (Universidad de Buenos Aires), fue objeto de un infundado escrache mediático.
Magdalena Ruiz Guiñazú, en su columna del diario La Nación, se explayó en una dura crítica hacia la empresa editora, que rápidamente se convirtió en una de las más leídas y polémicas. Allí, la periodista aseveró con crudeza: “Con sorpresa e indignación tengo en mis manos un ejemplar de la editorial Eudeba del Informe ´Nunca Más´ de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep). La publicación, con fecha marzo 2012, 8° edición, 4° reimpresión (…) omite definitivamente la firma de Sabato para entrar directamente en materia, como si este fundamental Informe (que sirvió de base al juicio a las juntas de comandantes de la dictadura) fuera un documento anónimo”. En este sentido, aseguró que fue un acto abierto de censura en el libro emblemático de los derechos humanos.
Sin embargo, el escrache perdió todo efecto cuando el presidente de Eudeba y el secretario general de la UBA desmintieron a Magdalena Ruiz Guiñazú. Al tiempo que la periodista denunciaba que la firma había sido quitada en la última edición, se aseguró desde la editorial que el prólogo del libro, que contó por primera vez de forma sistemática los horrores de la dictadura, jamás estuvo firmado. Así lo confirmó el presidente del sello editorial EUDEBA, Gonzalo Álvarez;  el coordinador de prensa de la compañía, Guillermo Halpern, y el secretario general de la Universidad de Buenos Aires, Carlos Mas Velez. “La información que aparece en La Nación es incorrecta. El prólogo de 2012 es exactamente el mismo que el de la primera edición de 1984. Nunca estuvo firmado y se puede corroborar fácilmente yendo a los libros”, sostuvo Álvarez.
En el mismo sentido, Halpern precisó: “El único cambio que hubo fue en la edición del 30º aniversario, cuando se agregó un prólogo de la Secretaría de Derechos Humanos sin quitar el anterior. El prólogo del Nunca Más no está firmado porque salió del trabajo colectivo de la Conadep. Por su parte, el secretario general de la UBA, Carlos Mas Velez, dijo que “efectivamente la historia cuenta que el prólogo nunca estuvo firmado por nadie” porque el texto de Sabato resumía el punto de vista de toda la comisión, integrada por “periodistas, intelectuales, actores sociales y bloques parlamentarios convocados por el presidente Raúl Alfonsín”.
Luego de observadas las distintas declaraciones, y a pesar de la decidida afrenta que Guiñazú inició, el error cometido fue evidente y vergonzoso, sobre todo teniendo en cuenta que la periodista fue miembro de la CONADEP.
Mas Velez, quien también es dirigente de la Unión Cívica Radical en la Ciudad de Buenos Aires, expresó que este caso “es un reflejo más del clima de época que estamos viviendo”. “Hay una lógica de amigo-enemigo que genera las condiciones para que sucedan cosas como estas. No creo que aporte algo inventar que se sacó la firma de Sabato; no aporta al debate de ideas y a la búsqueda de consensos que necesitamos como sociedad”.
Aunque, muchas veces, el caos es refugio de aquellos que carecen de argumentos y aportar al debate, pocas veces forma parte de su plan.

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