viernes, 30 de marzo de 2012

Miguel Velo, un reo con GRANDES amigos

Un colaborador ferviente de las tareas pastorales –y también de las otras- es el multicuestionado concejal Horacio “Lula” Cepeda, quien mantiene, fiel a sus ideales, el apoyo a Velo, el cura acusado del delito de "violación de domicilio", trasladado por orden del obispado de la diócesis Merlo-Moreno y repudiado por toda la comunidad.
El ex párroco de la localidad de Pontevedra es responsable, junto a un grupo de feligreses y la complicidad de la policía local, por el hostigamiento a María Elena Sarraill y su familia. Sucede que la vivienda que ocupaban, según argumentó el representante de la iglesia, es ahora propiedad del obispado, testimonio que hasta hoy no pudo corroborarse ante la justicia.
Estas maniobras oscuras que apoya el concejal, fueron sufridas por los vecinos de Pontevedra, quienes ya venían manifestándose a favor de la destitución de Velo, considerado como el instigador en el funcionamiento de la capilla como una sede política y no religiosa.
Bajo tales circunstancias, y acusado de violación de domicilio -delito contemplado en el artículo 150 del Código Penal y que, de acuerdo a la particularidad del hecho, tiene una pena que oscila desde los 6 meses hasta los 2 años de cárcel-, el cuestionado cura párroco dejó de pertenecer a la parroquia de esta ciudad.
Así dadas las circunstancias, vemos cómo los actos más repudiables pueden ser apañados por organizaciones o partidos políticos inescrupulosos que sólo buscan aprovecharse de la necesidad y, hasta incluso, de la fe del pueblo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mentira, den informacion verdadera, la impunidad es escribir mentiras