Un colaborador ferviente de las tareas pastorales –y también de las otras- es el multicuestionado concejal Horacio “Lula” Cepeda, quien mantiene, fiel a sus ideales, el apoyo a Velo, el cura acusado del delito de "violación de domicilio", trasladado por orden del obispado de la diócesis Merlo-Moreno y repudiado por toda la comunidad.

Estas maniobras oscuras que apoya el concejal, fueron sufridas por los vecinos de Pontevedra, quienes ya venían manifestándose a favor de la destitución de Velo, considerado como el instigador en el funcionamiento de la capilla como una sede política y no religiosa.
Bajo tales circunstancias, y acusado de violación de domicilio -delito contemplado en el artículo 150 del Código Penal y que, de acuerdo a la particularidad del hecho, tiene una pena que oscila desde los 6 meses hasta los 2 años de cárcel-, el cuestionado cura párroco dejó de pertenecer a la parroquia de esta ciudad.
Así dadas las circunstancias, vemos cómo los actos más repudiables pueden ser apañados por organizaciones o partidos políticos inescrupulosos que sólo buscan aprovecharse de la necesidad y, hasta incluso, de la fe del pueblo.