lunes, 7 de octubre de 2013

Malvinas y el discurso violento

¿Cuántas veces repetimos en las últimas décadas lo afortunados que somos de vivir en democracia? ¿Cuántas otras llegamos a confundirnos apoyando a candidatos que atentaban contra esta? ¿Cuánto más nos seguimos confundiendo al permitir que represores y patoteros continúen en el poder?
Esta vez el brazo más combativo de Jesús Cariglino, actual intendente de Malvinas Argentinas, pegó por el lado más fácil y predecible, aunque no por eso menos vil. Era la esposa del gobernador Scioli, Karina Rabolini, quien visitaba la ciudad, cuando un grupo aliado al oficialismo local atacó el auto de la empresaria y ex modelo de forma brutal.
Funcionarios locales pudieron corroborar la violencia ejercida por los malvivientes que llegaron a lanzar piedras y huevos al auto donde se trasladaba Rabolini.
"Hay intendentes que tienen prácticas que no tienen nada que ver con los 30 años de democracia que llevamos. Nosotros somos gente de la democracia, no entendemos ni concebimos, ni la agresión física ni verbal" sentenció el diputado provincial del Frente Para la Victoria Guido Lorenzino.
De esta manera se expresó el funcionario en referencia al Intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, sobre quien pesan numerosas denuncias por el accionar de patotas supuestamente a sus órdenes. El caso más resonante fue el que terminó con la vida de un enfermero del hospital Claudio Zin de esa localidad que había denunciado serias irregularidades.
El discurso violento continúa cobrando fuerza desde las sombras, pero sale a relucir en ocasiones, donde un inevitable dejà vù nos dibuja los peores años de la Argentina.

"Me limito a hacer lo que hace el gobernador de la Provincia: repudiar cualquier tipo de violencia", afirmó Lorenzino en declaraciones radiales. "El auto de Karina Rabolini fue agredido la semana pasada en Malvinas Argentinas y nadie dijo nada".

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