viernes, 5 de abril de 2013

En manos de nadie


Luego del temporal que asestó duramente distintas zonas de la provincia, y que hizo foco en la ciudad de La Plata y Capital Federal, todos los distritos del conurbano se movilizaron para enviar ayuda a los más necesitados.
Sin embargo, la primera respuesta esperada, como e debido, fue la de los representantes del ejecutivo de las zonas más afectadas. En este sentido, la Capital Federal sintió la ausencia y falta de interés de su Jefe de Gobierno, que descaradamente permació al margen de la situación monitoreándola desde el exterior.
Las intensas lluvias se cobraron la vida de una mujer y cuatro hombres. Comercios destrozados, calles inundadas, al tiempo que el Jefe de la Ciudad Mauricio Macri disfrutaba de su fin de semana en el exterior.
Las intensas lluvias caídas desde la madrugada del martes provocaron el anegamiento de numerosas calles porteñas, que volvieron a inundarse, al igual que los barrios de Belgrano y Palermo. El agua ingresó a locales y edificios. En medio del caos, los vecinos reclamaban ayuda y reprochaban al Jefe de la Ciudad por las grandes pérdidas. Sin embargo y según informó la vicejefa de Gobierno, Macri "está monitorenado todo desde el exterior".
Por su parte, el vocero del mandatario, Iván Pavlovsky, no especificó dónde se encontraba el líder del PRO, pero aseguró, en un breve contacto con la agencia DyN, que "estaba volviendo al país".
En este contexto, los servicios de trenes y de subtes suspendidos y el fracaso y farsa del plan hidráulico de Macri no parecieron motivo suficiente para que los representantes de la ciudad se pongan al servicio de la gente
La intensa tormenta que se registró durante la noche y la madrugada hicieron que la Ciudad amaneciera en medio de un caos, con calles anegadas por el agua, cortes de luz y choques en autopistas. Hasta las 7 se habían acumulado 155 milímetros de agua, informó el Observatorio Central de Buenos Aires (OCBA). Los barrios más afectados en la Ciudad son los de Belgrano, Palermo y Nuñez, donde el agua ingresaba a locales y edificios. También hubo acumulación de agua en Villa Urquiza, Liniers y Mataderos.
Aún ante los cinco muertos registrados, el Jefe de Gobierno se mostró ausente, al igual que su gabinete, que resultó todavía más ofensivo que el ostentoso cartel de “final de obra” del arroyo Maldonado.

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