Luego del temporal que asestó
duramente distintas zonas de la provincia, y que hizo foco en la ciudad de La
Plata y Capital Federal, todos los distritos del conurbano se movilizaron para
enviar ayuda a los más necesitados.
Sin embargo, la primera respuesta
esperada, como e debido, fue la de los representantes del ejecutivo de las
zonas más afectadas. En este sentido, la Capital Federal sintió la ausencia y
falta de interés de su Jefe de Gobierno, que descaradamente permació al margen
de la situación monitoreándola desde el exterior.
Las intensas lluvias se cobraron
la vida de una mujer y cuatro hombres. Comercios destrozados, calles inundadas,
al tiempo que el Jefe de la Ciudad Mauricio Macri disfrutaba de su fin de
semana en el exterior.
Las intensas lluvias caídas desde
la madrugada del martes provocaron el anegamiento de numerosas calles porteñas,
que volvieron a inundarse, al igual que los barrios de Belgrano y Palermo. El
agua ingresó a locales y edificios. En medio del caos, los vecinos reclamaban
ayuda y reprochaban al Jefe de la Ciudad por las grandes pérdidas. Sin embargo
y según informó la vicejefa de Gobierno, Macri "está monitorenado todo
desde el exterior".
Por su parte, el vocero del
mandatario, Iván Pavlovsky, no especificó dónde se encontraba el líder del PRO,
pero aseguró, en un breve contacto con la agencia DyN, que "estaba volviendo
al país".
En este contexto, los servicios
de trenes y de subtes suspendidos y el fracaso y farsa del plan hidráulico de
Macri no parecieron motivo suficiente para que los representantes de la ciudad
se pongan al servicio de la gente
La intensa tormenta que se
registró durante la noche y la madrugada hicieron que la Ciudad amaneciera en
medio de un caos, con calles anegadas por el agua, cortes de luz y choques en
autopistas. Hasta las 7 se habían acumulado 155 milímetros de
agua, informó el Observatorio Central de Buenos Aires (OCBA). Los barrios más
afectados en la Ciudad son los de Belgrano, Palermo y Nuñez, donde el agua
ingresaba a locales y edificios. También hubo acumulación de agua en Villa
Urquiza, Liniers y Mataderos.
Aún ante los cinco muertos
registrados, el Jefe de Gobierno se mostró ausente, al igual que su gabinete,
que resultó todavía más ofensivo que el ostentoso cartel de “final de obra” del
arroyo Maldonado.
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