Durante la apertura de las
sesiones parlamentarias, los miembros de la oposición se preocuparon por
realizar un de los actos de moda más frecuentes. Aunque difícilmente hayan sido
elegidos para tal fin…
Los mediáticos diputados
eligieron ausentar su atención del recinto y concentrarse en aumentar su
popularidad mediante el ingenio y la gracia; notables cualidades, siempre y
cuando vengan acompañadas de honestidad y compromiso con la verdad y la
justicia.
Al mismo tiempo que la Presidenta de la Nación , algunos diputados
como Patricia Bullrich, Eduardo Amadeo, Laura Alonso, Gabriela Michetti,
Margarita Stolbizer y Fernando "Pino" Solanas expresaron sus posturas
en Twitter.
La creatividad twiteaba: “Miente...
Miente que algo quedará...”, a través de la cuenta de Patricia Bullrich. Gabriela
Michetti publicaba “La
Presidente habla de las maravillas de su polìtica educativa y
en 17 provincias no empiezan las clases! Hablemos de la VERDAD !”. Eduardo Amadeo
expresó de forma escrita lo que nunca dijo en el recinto:
“Los militantes K cantan por la
liberación. Será x la liberación d los cientos de miles qno estudian ni
trabajan; q se drogan?que liberación?”.
Margarita Stolbizer eligió opinar
a nivel personal, muy por encima de los intensos debates que allí se trataron:
“Solo en los países muy conservadores, las mujeres mas conservadoras prolongan
el luto x viudez”.
Al menos entendemos que los
diputados lograron pasar el rato, en momentos en que cumplían con su deber como
funcionarios públicos. Pocas de las afirmaciones twiteadas fueron volcadas en
el encuentro que, a pesar del fallido intento de sabotaje, finalmente se llevó
a cabo. Días antes, la oposición había advertido que intentaría bloquear la
votación ausentándose del recinto de la Cámara de Diputados. Esta maniobra perseguía el
objetivo de no dar quórum.
Finalmente la sesión se llevó
adelante, pero las bancas se pronunciaron, como ya es costumbre, a espaldas de
la reunión; cómo quien comenta por lo bajo y se mofa del anfitrión. Al fin de
cuentas, nada de lo que sorprenderse. Desesperados intentos para ganarse el
favor de un electorado cautivo… y cada vez más distante.
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