Se multiplican en Morón los
pedidos de vecinos que reclaman por mayor seguridad, alarmados por la sucesión
de hechos delictivos contra la propiedad y las personas, que de acuerdo a datos
de la Procuración General bonaerense, se producen a razón de cinco delitos por
hora, es decir un robo cada 12 minutos. El grosero crecimiento de la
prostitución (y el consecuente tráfico de drogas) ahonda la preocupación de los
moronenses, ante la ausencia de un Estado Municipal que 'no ve' lo que sucede
en su territorio.
El sistema delictivo en Morón
contiene una franja común a la de cualquier ciudad del mundo, con malvivientes
independientes que actúan por su cuenta o en sociedades ilícitas, y otra franja
que cuenta con cierta 'cobertura' proveedora de inmunidad para que la actividad
se desarrolle con creces, tanto para los malhechores como para los
'protectores', en definitiva tan delincuentes como aquellos.
Desde los habituales habitantes
del radio céntrico, los clásicos punguistas, pasando por los arrebatadores de
carteras, cadenitas y celulares, sin olvidarnos de los 'tajeadores' de bolsos y
mochilas, y los históricos 'pasadores' de billetes falsos, entre otros miembros
de la fauna delictiva que operan preferentemente en las inmediaciones de la
estación (aunque no descuidan las arterias más comerciales y la zona bancaria)
hasta las bandas organizadas, como por ejemplo las afincadas en el Barrio
Carlos Gardel, convirtieron al distrito de Morón en un reinado del delito y la
corrupción.
En el Carlos Gardel, operan
libremente desde una privilegiada 'puntera' del jefe Martín Sabbatella, la
madre del concejal de Nuevo Encuentro Silvio Gutierrez, hasta la empleada
municipal Claudia Peña, juzgada y condenada por la Justicia por tráfico de
drogas. Solo requiere conversar unos minutos con algunos vecinos de la calle
Marconi, la Quinta Avenida del Gardel, para conocer relatos escalofriantes
acerca de la impunidad con la que se mueven estos temibles grupos. Y para
enterarse del accionar de los anteriormente mencionados delincuentes
'céntricos', solamente será necesario consultar a los choferes de colectivos,
quienes conocen, en muchos casos, hasta los nombres o apodos de algunos que
bien podrían haber protagonizado la famosa escena de la película Nueve Reinas,
aquella tan parecida a la realidad del centro de Morón.
Las innumerables quejas de los
vecinos de Morón se centran en la falta de acciones de parte de las autoridades
para hallar una solución al grave problema, pero aducen que 'no encuentran ni
voluntad ni decisión para hacerse cargo'. Creen que nada se lleva a cabo desde
el Municipio para dotar de una mejor seguridad al distrito, aunque observan con
resignación que, entre otros trasfondos, en la mayoría de los casos reciben como
respuesta: 'Firmen el petitorio para que el intendente Lucas Ghi sea el jefe de
la Policía Municipal'. Por ahí cantaba Garay.
No hay comentarios:
Publicar un comentario