lunes, 25 de febrero de 2013

La campaña sucia


En épocas donde la virtud es más escasa que el error o la falta de escrúpulos, las elecciones despiertan en nuestro país esa clase de reacciones que desearíamos no volver a atravesar. La chicana política y el juego perverso y descalificante protagonizan la cartelera económica (Sinón.: barata// berreta) de ofertas ante el electorado.
Desde el costado de la autopista gigantes carteles dejan de prometer y autoelogiarse para, directamente, lanzar afrentas y exhalar odio y rencor como estrategia publicitaria. Atrás quedó el tierno y fallido “Votáme votáte”, para promover una disputa falaz que dispara “ELLA o VOS”.
Pero la incógnita surge al intentar buscar un responsable de que este tipo de campañas descalificantes y bochornosas tomen contacto con la gente. Si bien el “equipo” del Peronismo Federal, corriente que lidera Francisco De Narváez, lleva adelante estas propagandas, distintos grupos avocados al agravio sistemático hacia el gobierno nacional apoyan estos lemas desde sus multimedios como parte de la campaña sucia que hace tiempo ya comenzaron. Diarios como La Nación, Clarín y El Cronista Comercial se sumaron a la publicidad callejera y dedicaron páginas enteras a esta disputa carente de contenido.
Sin embargo, y como era de esperarse, la afrenta no fue bien recibida por los aliados del gobierno nacional, quienes salieron prontamente al cruce. Desde el peronismo, uno de los dirigentes de mayor peso en la provincia de Buenos Aires, el intendente de Merlo Raúl Othacehé respondió en duros términos a De Narváez por la agresiva solicitada, calificando la publicación de 'grotesca y falaz'.
El jefe distrital merlense aseguró que “la única Argentina posible es la Argentina que se construye entre todos y para todos, sin diferencias ni vedetismos”. Así, apuntó contra el diputado, afirmando que “Es triste como estos pseudos Políticos, que pareciera que solo son especialistas en campañas electorales, desean construir una Patria dividida y sin liderazgos, en la que los poderes económicos y las corporaciones puedan tomar el timón de la Argentina para cumplir con sus inconfesables objetivos en detrimento de los más humildes”, puntualizó.
De esta manera, Othacehé se sumó a la lista de quienes se sintieron agraviados por la campaña que impulsó De Narváez, con el único objetivo de acceder al poder, denigrando al gobierno de turno. Quizá será que ya no quedan cosas por prometer… o tal vez, a la oposición en la argentina de hoy, se le agotó la inventiva.

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