El vergonzoso accionar del sabbatellismo merlense
Nunca faltan los justicieros;
aquellos paladines de la justicia (que mejor les convenga) dispuestos a
denunciar aquellos hechos delictivos (véase: que afecten a sus propios intereses)
que descubran.
En este caso, los Robin Hood del
oeste fueron los concejales de Merlo, por supuesto, con asiento político en el
distrito de Morón, Patricia Alvez, Juan Leguizamón y Marcela Maidana, en
complicidad con Ruy Rodríguez (Morón) y miembros de la Comisión Provincial
por la Memoria.
Repasemos: Ruy Rodríguez, un funcionario moronense, presentó ante
el juez Daniel Rafecas una nota donde se le informaba la declaración de la ex
comisaría de Libertad como centro clandestino, lo cual conllevó a dictar la
medida de prohibición de innovar sobre tal edificio. El 18 de abril realizó la
denuncia sobre la demolición del lugar y, horas más tarde, concejales de Nuevo
Encuentro de Merlo entregaron la resolución de “no innovar” a las autoridades
del Municipio de Merlo.
Luego de paradas las obras de
demolición, los miembros de la Comisión Provincial por la Memoria y dirigentes
cercanos al diputado Martín Sabbatella, Hugo Cañón y Alejandro Mosquera,
iniciaron ante el Juzgado del Dr. Rafecas una denuncia penal contra el
Intendente Raúl Othacehé por "incumplimiento de los deberes de funcionario
público y desobediencia".
La denuncia penal acunada contra
Othacehé en las oscuras entrañas del sabbatellistmo, con el apoyo de los
miembros de la
Comisión Provincial por la Memoria , Alejandro Mosquera y Hugo Cañón, fue
finalmente desestimada por la Justicia. Ella Nación señala que el
Intendente Municipal Raúl Othacehé y sus funcionarios carecían de
"conocimiento de la medida que impedía la demolición de la ex comisaría de
Libertad, y que una vez que tomaron conocimiento, en forma directa por parte
del funcionario policial encomendado por el Dr. Rafecas, finalizaron de
inmediato las tareas".
Pero una duda surge
inevitablemente: ¿Por qué los concejales
de Morón, en especial el funcionario antes citado, informaron al cuerpo
moronense de una medida que afectaba a Merlo y no al cuerpo correspondiente de esta
localidad?
Y, mucho peor: La omisión por parte de los concejales
merlenses por Nuevo Encuentro… ¿Fue por ignorancia, o venía delineada dentro de
una misma directiva política?
En todo caso, los pasos
correspondientes, si es que perseguimos el cumplimiento de la ley y no
simplemente una embarrada partidista de segunda mano, habría sido comunicar la
medida de “no innovar” ante el cuerpo legislativo de Merlo (distrito sobre el
que se trata este tema) y, en segunda medida, al ejecutivo municipal.
Pero las cartas ya vienen mal
barajadas del mazo; y cuando el objetivo es turbio… el accionar dista de ser
ortodoxo.
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