La solidaridad es una de las
virtudes más loables en el hombre. Sin embargo, muchas veces es manipulada por
inescrupulosos que utilizan el entusiasmo y las buenas intenciones para fines
lucrativos y ocultos.
La organización autodefinida como
“sin fines de lucro” UN TECHO PARA MI PAÍS incurrió en este error, más aun,
confeccionando números y porcentajes carentes de sustento profesional y no verificados, que incitan a
los voluntarios a colaborar en causas falaces, inexistentes o verdaderamente
ausentes de utilidad real.
Con datos emitidos con una falta
total de responsabilidad, los encargados de esta empresa lograron asociarse con
corporaciones de la talla de Easy, Isover y Banco Hipotecario, y aun así
sostener la mano de obra ad honorem aportada por desinteresados ciudadanos que,
sin saberlo, son estafados en su buena fe. De esta forma, y tal como lo
expresara tiempo atrás el Dr Giacomino, Secretario Gral. del municipio de
Merlo, confinan a los beneficiarios a casillas que “propenden al hacinamiento,
pues no tienen divisiones interiores, el piso sobreelevado imposibilita el
acceso para discapacitados y carecen de toda instalación sanitaria, eléctrica y
de gas”. Además de que “su revestimiento interior es de polietileno inflamable
de combustión tóxica y las maderas no cuentan con ninguna protección para el
agua”, según palabras del propio Giacomino, emitidas luego de un estudio
realizado por este distrito.
De tal forma, esta organización
intenta seguir con su itinerario lucrativo que ya fue relatado en anteriores
ocasiones, a pesar de que, aun en la actualidad, no se han tomado medidas
legales para frenar tal abuso a la integridad moral de los más necesitados.
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