El mencionado y escandaloso
juicio a los implicados en el caso Marita Verón despertó las críticas al poder
judicial desde todos los sectores. Incluso, algunos sectores de cuestionada
reputación aprovecharon para subirse al podio de los que acusan y detentar
contra el cuerpo judicial, haciendo gala de estar del lado del pueblo y de las
víctimas. Así, personajes como Jesús Cariglino, quien lleva a cuestas duras
acusaciones sobre oscuros negociados, malversación de fondos públicos y
relaciones estrechas con el poder de facto durante la dictadura, levantaron su
dedo inquisidor contra los magistrados e intentaron sumar puntos en su
accidentada carrera política.
El intendente de Malvinas
Argentinas se solidarizó con Trimarco y, a la pasada, aprovechó para apuntar
contra el vicepresidente Amado Boudou. Entre sus declaraciones, cargadas de
fervor y adjetivos expresó, al igual que distintas figuras públicas, su
indignación tras la absolución de todos los imputados en el juicio por Marita
Verón; pero además, el Jefe Comunal aprovechó la oportunidad mediática para
disparar contra el gobierno nacional, al decir que podrían utilizar el fallo en
su pelea con los jueces. En este sentido, tambien arremetió contra la
presidente y acusó, de paso, a su gobierno de estar avanzando en una “dirección
equivocada".
En ese contexto, la solidaridad
para con la madre de la víctima fue un excelente puntapié para librar
acusaciones y emitir juicios de valor. Pero esta postura no llamó la atención,
ya que durante los últimos días, Cariglino había apuntado contra el oficialismo
nacional y emitido duras críticas a la Presidenta y al Senador Aníbal Fernández.
Así, el caso que conmocionó al
país en 2002, y que mantuvo la expectativa de todos, a la espera de una
resolución que aun no llega, sirvió de tarima para los reclamos unilaterales de
figuras que ansían protagonismo y que relegan los verdaderos reclamos por
justicia de las
víctimas que aun esperan una
respuesta.
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