La protesta del pasado 20 de noviembre encontró a los argentinos perplejos e indignados ante la furia desmedida y el exceso.
Lo más visto en las calles fueron cortes en los accesos y vías de ferrocarriles, agresión a trabajadores del transporte, asalto a edificios históricos de la ciudad de Buenos Aires y mucho más. En medio de las ansias por la adquisición de los derechos democráticos se usurpó el derecho ajeno y se bastardeó la decisión de miles de argentinos de “no parar”.
Al grito de “o parás o te rompemos todo”, los manifestantes invitaron al corte general enarbolando como bandera de justicia y equidad palos y piedras. De esta manera, las pérdidas ocasionadas por la manifestación superaron lo imaginado. Desde las víctimas de los destrozos, hasta quienes pararon por temor a sufrir represalias mayores, se vivió la represión más grande vivida en nombre de la libertad de expresión.
Trabajadores como los choferes de la línea 126 sufrieron golpes y rotura de vidrios en los coches, así como amenazas directas.
El jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, calificó esta protesta de “piquetazo”, ya que “se cortaron accesos y vías de ferrocarriles”, para que la gente no pueda ir a trabajar. "Lamentablemente no hay ningún paro. Un paro es cuando los obreros y los empleados deciden no acudir a sus lugares de trabajo. Esto es un piquetazo, en el que los que logran ir a trabajar son apedreados, como estamos viendo en el centro porteño”, dijo Abal Medina.
Por otra parte, Aerolíneas Argentinas alegó una pérdida millonaria por el paro opositor, a pesar de la actual regularizaron en sus operaciones aéreas. Más de ochenta vuelos de cabotaje, regionales e internacionales debieron ser suspendidos; lo que generó una pérdida millonaria para la empresa.
A la medida de fuerza adhirieron los gremios aeronáuticos Asociación Personal Técnico Aeronáutico (APTA), Unión del Personal Superior Aeronáutico (UPSA) y Asociación Pilotos de Líneas Aéreas (APLA). Ello provocó "una pérdida de más de seis millones de dólares en concepto de pasajes no vendidos, tickets devueltos y compensaciones en hoteles y comidas a los pasajeros que quedaron varados por no poder abordar sus vuelos en conexión", comunicó la empresa.
Así, puede verse reflejado el verdadero saldo de la medida adoptada por las centrales gremiales y contraponerse a los “logros” obtenidos. Y atención, que el paro que complicó a un país, en pos de intereses individuales, amenaza con repetirse y arremeter de vuelta contra el derecho de los demás. Un paro que ya no es al gobierno, sino al país entero.
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