De cómo una ley amenaza acabar con la prostitución en Morón
Un proyecto de ley, presentado en
la Legislatura Provincial por el diputado del monobloque Alternativa Peronista,
Ricardo Lissalde, acusa y condena el "funcionamiento, regenteo,
sostenimiento, promoción, publicidad, administración o explotación bajo
cualquier forma, modalidad o denominación –de manera ostensible o encubierta–
de locales de alterne".
Esto amenaza seriamente la
“ocupación” de distintos propietarios moronenses, que encuentran en los
prostíbulos una fuente inagotable de dinero y con inversión cero. La iniciativa
dispone, en este sentido, la inmediata clausura de los locales mencionados en
la provincia a partir del momento en que entre en vigencia la ley. El proyecto
de Lissalde endurece las penas previstas en el Código de Faltas de la provincia
para quienes regenteen los prostíbulos; por lo tanto es un indicio real y
concreto de que en este distrito del conurbano bonaerense algo deberá cambiar
en lo inmediato.
Pero no solamente la estructura
comercial de Morón se verá afectada, sino que además de clausurar de manera
definitiva los establecimientos, el texto prevé arresto de hasta 60 días
"no redimibles por multa" para los responsables. La normativa actual
prevé multas de hasta el 100% del sueldo mensual de un policía, arresto y
clausuras provisorias.
El ejemplo más contundente de
cómo un gobierno puede formar parte de un inmenso aparato de complicidades
asociándose con avezados delincuentes que controlan una red de delitos
gravísimos (todos los que rodean a la prostitución) que se extienden inclusive
a otras provincias, es el del vecino partido de Morón, donde se estima que
trabajan unas 5.000 mujeres. Desde la intendencia de Martín Sabbatella y hasta
la actual gestión de Lucas Ghi, el distrito moronense se ha constituído en algo
parecido al "reino de la prostitución": más de 300 prostíbulos
adornan la geografía del partido, con locales en la zona céntrica de la ciudad
cabecera y con una extensión hasta los barrios más alejados del epicentro del
distrito, algunos de ellos a la vista de todos, y otros que funcionan de forma
encubierta.
Este nuevo proyecto, presentado
en la Legislatura Provincial, apunta a terminar con estas situaciones
mantenidas al margen de la ley, que incluso fueron denunciadas por distintos de
vecinos inquietos por una realidad que asombra pero que al mismo tiempo
atemoriza a la población. Al exigir soluciones, fueron derivados repetidas
veces al sector oficial de Comunicación Institucional (en tiempos de Sabbatella
estaba a cargo de Fernando Torriyate, hoy cumpliendo otras funciones, y
actualmente a cargo de C Alonso), lugar donde se les explica que "la
Municipalidad no puede hacer nada" y que "el Municipio no tiene
competencia en la materia". Esperamos con fervor que esta nueva ley venga
a traer tranquilidad en el distrito de Morón que, muy a pesar de sus vecinos,
sufre la negligencia del mercado sexual en antros locales, sin la más mínima
supervisión.
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