(tómese como reflexión, no como consejo)
Para algunos concejales del
partido de Merlo, las palabras del Papa vinieron como anillo al dedo.
Incluso en la misma cara del
Santo Padre, Gustavo Menéndez sacó a relucir las miserias humanas. Dando su
mano a través de una valla (encuentro que luego relataría como una audiencia
privada gestionada por cierto personaje presuntamente influyente), el concejal
se burló del sacramento, mientras disfrutaba de unas vacaciones secretas por
Roma con la también concejal Roxana Monzón (la amante), al tiempo que postula públicamente
un matrimonio con Paula Brown (la oficial).
Todo esto sin reparar en las
acusaciones repetidas por vínculos con jefes narcos, que apoyaron las sucesivas
campañas del líder de Grande Merlo, conocido por el inolvidable caso de la
estafa al Casino de Mar del Plata, conocido como "Mochila Verde".
Hasta hace muy poco, l
cuestionado edil paseaba por Budapest en un torneo de fútbol, viaje que pudo
costear gracias a sus negociados ocultos y gracias a que ignoró por completo
sus responsabilidades al frente de su banca como concejal.
Aunque el problema parece ser
genético. Su hermana, Karina Menéndez, hoy cesante en el Honorable Concejo
Deliberante, luego de ser tratado el tema sobre sus repetidas faltas de respeto
al personal y proceder inapropiado en el recinto, hoy se encuentra vacacionando
en las playas de Miami, donde viajó sin poder justificar que costearon tal
empresa y que, por supuesto, viene de fondos que consigue su hermano Gustavo,
cada día más implicado en causas judiciales.
Como podemos apreciar, las
palabras del Papa, casi fueron un resumen (sino una descripción) de algunos
representantes de la política opositora merlense. gente que no es honesta por
desición, independientemente de la política.
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